Hay días (y desgraciadamente cada vez más) que tengo la sensación de estar dentro de una versión aceitera de la película de Bill Murray, “El día de la marmota”. Para quien no la recuerde o no la haya visto, es aquélla en la que por una serie de extrañas circunstancias, el protagonista cada vez que se levanta vuelve al mismo día. O para los “fisnos” o “fanes” de Beyonce, cada vez tengo más a menudo  un “Déjà vu”.

En alguna ocasión anterior he hecho referencia a la difícil explicación de que el AOVE* (Aceite de Oliva Virgen Extra) nos parezca caro y me he propuesto hacer reflexionar sobre cosas cotidianas para ver si le encontramos entre todos una explicación a tal afirmación misteriosa.

En esta ocasión he comenzado por lo más sencillo, una tostada con AOVE. Para ello he hecho los cálculos a razón de pesos y volúmenes para concretar el precio de dicha tostada, que dicho sea de paso, es la que me desayuno cada mañana.

Pues bien, en este cálculo (adjunto ticket) me he basado en un pan y un AOVE de lo que se podría considerar gourmet. El precio sobre el que estoy haciendo el cálculo del AOVE es de 9 euros litros. (Considerando un AOVE de alta gama en su envasado de 2,5 litros en lata de Almazara La Alquería).

Resultado: Tostada de pan, 60 gramos. Abierta en dos. AOVE: 40 ml. (que va sobrada, normalmente me echo alrededor de 30 ml).

Precio del pan: 28 céntimos. Precio del AOVE: 36 céntimos. TOTAL: 64 céntimos

Pues mi déjà vu aceitero es siempre el mismo, es la afirmación del público (alumnos/as, cocineros/as, cocinillas y cocipanchos/as)  que una botella de AOVE es muy cara…y siempre respondo lo mismo: “Mire usted, ¿caro el AOVE?. Caro es un Ferrari” y otra vez al Día de la Marmota…¡Ay Jezú!

Caro el AOVE por Mar Luna Villacañas Caro el AOVE por Mar Luna Villacañas